
domingo, 28 de diciembre de 2008
que triste es asumir
Instalé la Osa Mayor en tu diadema y tú seguías ahí como si nada. endulcé el agua del mar para tu sed, te alquilé un cuarto menguante de la luna, y como buen perdedor busqué en la cama las cosas que el amor no resolvía. Y cómo duele que estés tan lejos, durmiendo aquí en la misma cam. cómo duele tanta distancia, aunque te escucho respirar y estás a cientos de kilómetros. y duele quererte tanto. Fingir que todo está perfecto mientras duele gastar la vida tratando de localizar lo que hace tiempo se perdió.

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