sábado, 16 de mayo de 2009

Un ejemplo: Hay una chica cualquiera que siempre se enamora de chicos que no le dan bola, y aparece un chico, que obviamente no le da bola y ella lo sabe, de todas maneras es cabeza dura y decide encararlo, obviamente él no le da bola nuevamente y la rechaza. Quién es el cruel? Él, que la rechazo? O ella, que lo sabe y va igualmente al choque? Si el zapato aprieta, el zapato no tiene la culpa, el que tiene la culpa es la persona que lo compro. No nos cuidamos (el problema es que no puedo dejar de quererlo, y quererlo lastima, lastima mucho). Lo que creo es que por ahi no es que nos guste sufrir, sino que aveces nos cuesta estar bien

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