miércoles, 1 de julio de 2009
Nunca trates de emparejarle los flecos y un día conocerás a un hombre maravilloso y tendrás tu final feliz. Cada película que vemos y cada historia que escuchamos nos implora que lo esperemos. El giro del 3er acto, la declaración inesperada de amor, la excepción a la regla. A veces nos concentramos tanto en el final feliz que no aprendemos a interpretar las señales a diferenciar entre los que nos quieren y los que no, entre los que se van a quedar y los que se van a ir. Y quizás el final feliz no incluye un tipo maravilloso, quizás el final eres tu, SOLA recogiendo los pedazos y volviendo a empezar, liberándote para encontrar algo mejor en el futuro. Quizás el final feliz solo consiste en seguir
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